martes, 25 de mayo de 2010

LOS VALORES



En nuestra época la problemática de los valores ha adquirido una relevancia de primer orden, y está en el centro de agudas disquisiciones teórico - filosóficas. Ante las preguntas : ¿Puede el hombre hallar solución al conflictoque durante milenios ha tenido con su propia esencia ? ¿ Podrá el hombrerealmente llegar a ser feliz ?¿ Cuándo el hombre será hermano del hombre y no su lobo ?. Las respuestas menudean, y por supuesto, son múltiples los puntos de vista en dependencia de la concepción del mundo de quien interprete este fenómeno; respuestas a veces con un marcado énfasis reaccionario.
El problema incide en que el hombre moderno inmerso en su vorágine, que ha traído como resultado la formación de un mundo unipolar a cuya cabeza se encuentra el país más poderoso y agresivo del planeta, la situación del mal llamado fin de la guerra fría, la desideologización de las relaciones internacionales, el proceso de globalización y la política neoliberal de algunos estados del tercer mundo, llega uno a preguntarse si existe algo en el ser humano indestructible que le permita establecer un diálogo fraterno con sus semejantes y al mismo tiempo dar su vida por los mismos.
El estudio de la personalidad constituye una de las problemáticas más importantes de la ciencia filosófica, pedagógica y psicológica por las variadas manifestaciones y especificidades que la caracterizan en correspondencia con las condiciones concretas de vida y existencia . Para la educación cubana, el objetivo de formar una personalidad armónica e integralmente desarrollada responde a un propósito esencial de la política del Estado .
Este tema es objeto de análisis de diferentes ciencias en especial de las sociales, a su vez, es una cuestión evidentemente práctica, lo cual se refleja en múltiples investigaciones acerca de la personalidad y su formación que se realizan en el mundo contemporáneo.
Dentro de las temáticas más importantes que han sido estudiadas relacionadas con la formación de la personalidad en general y en particular sobre la educaciónen valores, la moral ocupa un destacado lugar, por lo que constituye una preocupación no sólo en la formación de la juventud sino también en los trabajadores, empresarios que son personas adultas.
Es importante analizar que las formaciones morales como parte de la regulación inductora de la personalidad guían y dirigen la actuación del hombre y hacen que asuma una actitud correcta y acertada frente a las exigencias que la vida y la sociedadcontemporánea plantean. Al respecto, el Dr. Juan Morí Lois expresa: "La educación debe priorizar los valores y revelar los ideales, preparar al hombre para la vida. "(1).
Uno de los propósitos esenciales de nuestra educación es formar un hombre con principios y valores que les permitan enfrentar las complejas situaciones, asimilar los cambios y buscar soluciones acertadas a los problemas complejos del mundo moderno.
La formación moral no puede ser impuesta al hombre desde el exterior, requiere de cierto sistemaindividual de valores, puntos de vista, ideales, los cuales se exigen en el sujeto de forma determinada y que en la misma medida que revelen sus relaciones con los que le rodean, reflejen además un sistema individual de significados, modelos a seguir, los que consecuentemente deben ser la guía de la actuación.
La moral, como forma de la conciencia social, origina en el hombre motivaciones decisivas que permiten orientar su conducta hacia objetivos concretos. Su particularidad específica, como forma de la conciencia social, está dada en que refleja los vínculos del ser social, sus relaciones con los demás personas, la actitud del individuo, ante el trabajo, el colectivo y todo lo que le rodea, es decir, hacia su entorno natural y social.
La moral es, siguiendo el criterio de M. Rosenthal y P. Ludin, la "forma de la conciencia social en que se reflejan y se fijan las cualidades éticas de la realidad social. La moral constituye un conjunto de normas de convivencia y de conducta humana que determinan las obligaciones de los hombres, sus relaciones entre sí y con la sociedad."(2)
El concepto expresado denota claramente que no se valoran en la moral únicamente contenidos normativos, conductas estandarizadas, sino especialmente la posición activa de cada sujeto, su individualidad y las formas que utilice en la regulación del comportamiento.
Se coincide con Fernando González Rey en su obra "La personalidad, su educación y desarrollo", cuando plantea: "Es cierto que la moral, como sistema supraindividual de valores, normas y principios, se determina por la necesidad social a la que este sistema sirve ". - Y agrega posteriormente que - "... el conjunto de expectativas, normas, valores y principios de la sociedad son individualizadas por el sujeto y encuentran su lugar en la regulación del comportamiento de la personalidad de quien los asume ".(3)
De aquí se deriva que en el análisis del desarrollo moral se tenga en cuenta, además de las relaciones del hombre con su medio, las formas en que cada uno interiorice dichas normas, principios y valores, cómo los instrumente en sus acciones tanto externas como internas y podemos agregar, en su lenguaje o proceso comunicativo.
Es a partir de lo apuntado que la asimilación de los valores morales por los estudiantes en
general adquiere una importancia capital, pues los mismos forman parte de su ética profesional.
K. D. Radina (4) destaca que la educación moral ocupa un lugar esencial en el desarrollo multifacético de la personalidad, por constituir una guía en sus acciones valorativas. El desarrollo de las formaciones morales debe ser dirigido a través del proceso educativo, pues no se forma espontáneamente, sino mediante un sistema organizado de influencias. En el centro de este proceso se encuentra "el propio hombre como sujeto y objeto de la actividad y jugando el rol de eje fundamental de dicha transformación".
Con el perfeccionamiento de los procesos educativos y el esclarecimiento de cómo se desarrollan en el hombre sus particularidades psicológicas es como la personalidad asimila las influencias de la sociedad.
Al respecto el Dr. Juan Mari Lois señala: "El proceso educativo es correlacionar la ideología con las necesidades y expectativas de los ciudadanos y a partir de esta correspondencia, trazar las finalidades esenciales que deben atravesar. Permear todo el sistema educativo." (5)
En la Cuba de hoy donde la actividad fundamental está encaminada a preservar las conquistas de la Revolución, en los marcos del llamado Período Especial, el fortalecimiento de valores en el estudiante resulta ser una tarea que no se encuentra en la periferia de la labor educativa, sino en su línea principal.
Se hace necesario el tratamiento de este tema especialmente por dos razones:
Primero, si consideramos como un principio ético lo que sabiamente expresara José Martí:
"La educación, empieza con la vida y no acaba sino con la muerte"(6), segundo, porque la educación de valores no escapa a las exigencias del progreso tecnológico, al bienestar y al desarrollo ético de los estudiantes, por la constante elevación de la calidad de vida realmente humana.
Para formar un estudiante que sea capaz de reflexionar racional y consistentemente ante el reclamo de los demás, de emitir juicios, de sensibilizarse con el compañero, de tomar decisiones justas y acertadas hay que educarlo en una culturade valores, para que pueda poner en claro el sentido de su vida, para que construya su marco referencial, más allá de lo puramente material o inmediato, y configure la naturaleza misma de su ser. En fin, para educar un estudiante con la capacidad de situarse en una posición digna en el mundo contemporáneo.
Debe ser propósito social, en los momentos actuales, dar marcada prioridad a los aspectos educativos, especialmente a la formación de valores, riqueza legada por los pueblo, por sus mejor de sus tradiciones patrióticas, culturales y familiares.
El carácter de los valores morales como orientadores y reguladores internos, hace que estos ocupen un lugar especial dentro del sistema, formando parte del contenido movilizativo de los restantes valores al estar presentes en la premisa, el fundamento y la finalidad del acto de conducta humana en cualquier esfera de la vida aspecto muy importante en la actividad del estudiante
El valor moral expresa la significación social positiva de un fenómeno - hecho, acto de conducta, en forma de principio, norma o representación del bien, lo justo, el deber, con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia que regula y orienta la actitud del individuo hacia la reafirmación del progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano.
La novedad científica de esta argumentación está dada en el estudio de cómo se puede trabajar los valores a través de la clase, mediante la combinación de un sistema de influencias educativas debidamente organizadas, es factible continuar fortaleciendo los valores morales en el estudiante de hoy.
La significación teórico- práctica está determinada por la necesidad de continuar profundizando en aspectos complejos, como la regulación inductora de la personalidad, básicamente en lo relacionado con el fortalecimiento de valores morales para valorar la conducta y el comportamiento del estudiante.
Objetivo: Proponer un sistema de acciones encaminadas al tratamiento de las valores Humanos desde la clase.
1.1- Bases teórico- metodológicas acerca de la formación de valores.
En los umbrales del siglo XXI se torna absolutamente necesario retomar con toda la fortaleza posible las posiciones que fundamentan el carácter eminentemente humano de los procesos educativos como exigencia para la vida social contemporánea.
Para la consideración del enfoque humanista como comprensión del proceso de formación del hombre se precisa analizar de forma breve la significación del término humanismo al cual en la literatura se trata con una interpretación teológica, filosófica, literaria, psicológica, sociológica y pedagógica esencialmente.
Frecuentemente el humanismo, se asocia con la etapa renacentista. La Filosofía de esta época fue humanista porque encontró en el resurgimiento del pensamiento filosófico clásico un medio de justificar el interés de ascenso por los fenómenos naturales y humanos.
De este modo, es común encontrar denominado al humanismo como: "El movimiento literario de retorno a los valores clásicos y de exaltación de lo humano, producido con el renacimiento"(7). En este caso se circunscribe la definición a una esfera específica de la actividad humana, la literaria.
El citado término puede encontrarse con diferentes interpretaciones que encierran la esencia del ser humano y otros elementos relacionados directamente con sus posibilidades de manifestación, de esta forma se define como: "movimiento moral e intelectual tendiente a desarrollar en el hombre las facultades propiamente humanas y a multiplicar las instituciones culturales"(8).
En otras determinaciones aparece el concepto con otra dimensión pero en la propia esfera literaria apuntada, en este caso aparece como: " La convicción de que los valores espirituales e ideales son de categoría suprema en la constitución de la realidad, y que estos valores se expresan más adecuadamente en las grandes creaciones clásicas de la humanidad en la literatura"(9).
Algunos estudiosos sobre el humanismo prefieren clasificar al mismo de acuerdo a su significación, así se conceptualiza, el humanismo actual como : "actitud práctica o concepto teórico de quienes luchan por el desarrollo de las funcionespropiamente humanas del hombre, e incluso consideramos al hombre como valor supremo "(10).
En una comprensión amplia del término se expresa como humanismo científico la "doctrina o práctica consistente en pedir también, principalmente, al estudio de las ciencias, la formación humana que antiguamente se pedía casi exclusivamente al estudio de las letras" (11).
Se registran también referencias al humanismo, cristiano, socialista, burgués, trágico, alemán, etc., todos ellos al igual que los mencionados constituyen expresión de la intención del hombre de comprenderse de una u otra forma en los límites de lo que él es y debe ser ( Relación del SER y el DEBER SER ).
Queda totalmente claro que las diferentes interpretaciones del humanismo ya sea como movimiento, convicción, teoría, doctrina, actitud, incluso como filosofía revelan un enfoque progresista y renovador en las diferentes épocas del desarrollo humano.
Tomando como base las consideraciones anteriores es comprensible que la pedagogía como ciencia de la formación del hombre tenga dentro de sus propósitos esenciales: La humanización de cada generación en correspondencia con las condiciones y necesidades de su época.
Es precisamente por esta razón que al aludir en este trabajo a la necesidad del enfoque humanista en los estudiantes, no estamos entendiendo el humanismo como una tendencia, teoría, doctrina, etc., sino como un sustrato, un fundamento, una comprensión del proceso de expresión y comportamiento del hombre.
Hacemos referencia al enfoque humanista en un plano de reflexión donde consideramos al humanismo como: La comprensión del proceso de formación del hombre en el que el desarrollo humano individual en todas sus dimensiones adquiera un verdadero sentido al ponerse en función de toda la humanidad (12).
Esta comprensión del humanismo, expresa una significación ilimitada de este concepto, incluso nos permite compartir con el gran humanista Erasmo de Rotterdam, "de que el mundo es una patria común". Tal concepción presenta una contemporaneidad indiscutible.
El problema del carácter humanista del desarrollo social implica el reconocimiento de las condiciones histórico - concretas en que tiene lugar ese desarrollo. Algunos autores hacen precisiones al respecto como es el caso del sociólogo español Rafael Zomata Cotanda quien señala que:
"... el discurrir del ser humano es una consecuencia histórica"(13). Esta advertencia puede orientar un pensamiento más inclinado a ver al ser humano de forma más correcta y específica y alejar las tendencias tradicionalistas de verlo como algo abstracto general.
El encuentro de un pensamiento acerca del hombre concreto que vive en un tiempo y un lugar permite describir el entorno de su humanismo. La esencia humana se registra en la forma en que se despliegan las relaciones sociales como justa interacciónentre un momento objetivo determinado por las condiciones que circundan al hombre y un momento subjetivo determinado por los intereses que lo mueven a actuar de una u otra forma. Es en este escenario donde se debe definir el perfil del ser humano, que necesariamente, deberá responder a las condiciones de la época y del lugar en que éste se desarrolla.
El cuestionamiento del ser humano implica tomar en consideración ciertas bases conceptuales que precisen su verdadero contenido. El sociólogo Juan Francisco Gallo, define al ser humano como "conjunto de energías físicas y espirituales que se conjugan para impulsarlo a la acción y realización de las metas y objetivos de la vida"(14).
De este concepto se desprende la idea de que la concepción del ser humano no depende esencialmente de su existencia ontológica sino del tipo de relaciones que se establecen a partir de sus fuerzas motrices, a través de las cuales da solución a los problemas que se le presentan en dichas relaciones. El propio autor a que hemos hecho referencia establece una clasificación de los problemas humanos principales a los que el hombre se tiene que enfrentar y para los cuales tiene que prepararse adecuadamente. Al respecto hace la siguiente propuesta:
Problemas personales: Los relacionados con la salud, su conducta, las preocupaciones, experiencias sentimentales.
Problemas de relación: Son los fracasos y conflictosen nuestras relaciones familiares, de trabajo, de estudio, de las amistades, etc.
Problemas familiares: los relacionados con el funcionamiento del hogar y el matrimonio.
Problemas de trabajo: los relacionados con la vida laboral.
Problemas económicos: se refieren a las dificultades de recursos financieros.
Problemas culturales: se refieren a la educación y a la capacitación.
Problemas ambientales: se relacionan con el medio circundante al hombre(15).
Resulta evidente que para poder dar solución a estos y otros problemas, el hombre necesita adquirir una preparación correcta y precisa, que le permita responder al medio social en que se desenvuelve, a través de la asimilación de ese medio social en términos de valores humanos.
Para el desarrollo y perfeccionamiento del ser humano hay que descubrir como éste se inserta adecuadamente en el medio circundante, cómo asume la significación social de la realidad exterior en cuyos marcos se desarrolla, cómo satisface sus necesidades siempre crecientes.
El proceso de formación de la personalidad deberá sustentarse en determinados indicadores que expresen la dimensión humana que requiere el individuo para incorporarse plenamente a la vida social, esos indicadores lo constituyen el sistema de valores humanos esenciales del hombre en una época y en lugar.
Preparar al hombre para la vida significa, ante todo, dotarlo de una formación cultural y científica que le permita asumir la realidad en términos de significación social del mundo, lo cual le permitirá actuar consecuentemente como ser social, como ente transformador y como productor y reproductor de la vida social.
La escuela latinoamericana, y en particular la cubana, poseen raíces cargadas de profundo humanismo, el ideario pedagógico de Félix Varela, José de la Luz y Caballero, de José Martí, entre otros tantos, fundamentan el sistema educativo a partir de las necesidades y motivaciones del hombre como genuino ser humano. Sería muy difícil definir mejor los postulados apuntados que de esta forma: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que lo ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: Es ponerlo a nivel de su tiempo para que flote sobre él, y no alejarlo de su tiempo, con lo que no podría salir a flote: es preparar al hombre para la vida" (16).
Pero lógicamente educar en tiempos de escepticismo, en tiempos del post - modernismo, descubrir valores del humanismo en tiempos de desarrollo desigual, de destrucción del medio ambiente, de la infranqueable distancia entre ricos y pobres es un reto sin precedentes.
En los momentos actuales produce un gran interés el dilema acerca de la concepción de los valores humanos. Con frecuencia se discute, tanto en círculos científicos, como populares, cuál es el estado en que se encuentran, si están en crisis, si están deteriorados, o si se han perdido, y no pocos encuentran sus causas en los problemas económicos, políticos, sociales, familiares, etc.
Pero resulta necesario revisar el problema sobre la concepción de los valores pues pasa a un primer plano y es de interés internacional. Cabe preguntarse, ¿Qué entender por valores humanos?, ¿Cuáles son los valores fundamentales del hombre contemporáneo? ¿ Qué contenido tienen en nuestros días? y ¿Cuáles son las vías para su formación y desarrollo?.
Ante la complejización de las relaciones sociales la vida espiritual necesita enriquecerse y fortalecerse. Aunque la esfera espiritual del hombre tiene una correspondencia directa con las condiciones materiales en que vive el mismo, sería erróneo no considerar la relativa independencia que existe entre las mismas. De no ser así no se reconocería la actualidad de la respuesta dada por el patriota cubano Ignacio Agramonte a la pregunta ¿Con qué cuenta Ud. para ganar la guerra?, a lo que respondió; con la vergüenza ! y es verdad que esa era la única verdadera arma ya que las condiciones materiales del ejército eran muy desfavorables.
Hay que reconocer que existen valores universales propios de todos los seres humanos y esos valores poseen las características propias de una generación; y de un lugar específico del mundo. Por eso el estado de los valores humanos se determinan por la relación que existe entre rasgos comunes a todo ser humano y rasgos específicos propios de una época y de una situación social dada.
El mundo de hoy inmerso en profundas crisis económicas, políticas, financieras y sociales retoma un nuevo redimensionamiento de los valores humanos, pero es necesario primeramente, identificarlos y determinar cuál es el contenido de ellos en la generación de hoy, en correspondencia con las condiciones en que se vive. Esa es la tarea que tenemos planteada en estos momentos para poner en el lugar que le corresponde, para perfeccionar su actitud y para hacerlo más efectivo en su papel.
Es importante aclarar que el valor humano depende en lo fundamental del medio social en que se desenvuelve el hombre, porque se relaciona con la forma en que se asimilan esas condiciones sociales. De ahí que hay que preparar al hombre para que responda al medio social en que vive y esto está estrechamente relacionado con los valores humanos.
Es importante remarcar la idea de que esta asimilación de las condiciones histórico - sociales se encuentra vinculada a las relaciones interpersonales. El valor humano siempre tiene incidencias en la actitud de una persona hacia otra, derivada de las condiciones en que se producen esas relaciones interpersonales.
La personalidad se forma bajo el conjunto de las relaciones sociales, por lo que el hombre es un producto bio- psico-social y que responde a las condiciones del momento y del lugar que le corresponde y se desenvuelve.
El proceso de formación de la personalidad tiene lugar por diversas vías y cada una tiene su especificidad. Podemos citar: la familia, las instituciones educacionales, las organizaciones políticas y de masas, los medios de difusión masiva, las Organizaciones Empresariales, etc.
Ante todos estos argumentos cabe preguntarse:

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